Tragedias mineras que conmocionaron el verano en España en tres épocas distintas

El verano no siempre es un tiempo feliz y de ello sabe mucho la familia minera asturiana. Registramos en este artículo tres tragedias en distintas épocas en la historia del carbón asturiano de enorme eco e impacto en la sociedad española. Hubo más, sin duda, y las iremos recordando en nuestros capítulos de memoria minera en esta web y en nuestros canales en redes sociales, pero queremos dejar registradas estas tres.

1923, la tragedia en Mina Baltasara de Mieres

Ocurrió un 16 de julio fatal  hace casi un siglo: la tragedia de Mina Baltasara, en el corazón de la Güeria San Juan de Mieres y de cuyos ecos nos ha llegado, además de la crónica social y política, una foto muy simbólica (de hecho hace poco la hemos visto coloreada, bajo ese efecto documental tan de moda hoy en día con el que se busca una mayor conexión emotiva con las generaciones presentes) del multitudinario cortejo fúnebre con los 13 ataúdes llevados a hombros hacia el Cementerio de La Belonga en Mieres.
⚒El 16 de julio de 1923 «una explosión de grisú sorprendió a los trabajadores de la capa «Raimunda» a las ocho de la mañana, cuando hacían una pausa para almorzar a pie de tajo y desde un coladero fue derribando los cuadros de entibación produciendo quiebras en unos sesenta metros hasta llegar al pozo para revolverse allí en otra ola fatídica en sentido contrario a la ventilación», cuenta el historiador Ernesto Burgos. El origen pudo estar en la deflagración provocada por una lámpara defectuosa, aunque también se manejó la posibilidad de que alguno de los afectados hubiese encendido un cigarrillo.
⚒La mala suerte quiso que ese mismo día ocurriesen en Mieres casi a la par otros dos sucesos de impacto para la #FamiliaMinera: cuando tan solo había transcurrido una hora desde el primer desastre, un costero se desprendió sobre otros dos mineros que trabajaban en el piso séptimo de Mariana (uno falleció, otro de gravedad), que al igual que Baltasara pertenecía a Fábrica de Mieres. Y a las tres y media de la tarde la deflagración de dos barrenos en el Grupo San Benigno de la Sociedad Hulleras de Turón segaba la vida de otros dos trabajadores más. 16 fallecidos en una sola jornada. Fueron suspendidas las fiestas de El Carmen de La Villa y San Pedro de Oñón, los dos núcleos urbanos fundacionales de la urbe mierense.
⚒Hasta el mismo líder minero, diputado entonces, Manuel Llaneza, acudió al lugar del accidente, para, ataviado con la funda minera, bajar in situ a la capa «Raimunda» junto a los técnicos y participar directamente en la investigación que le ayudaría a poder presentar un informe que hiciese pronunciarse a las Cortes. Llaneza conocía muy bien las minas de esa zona, pues había trabajado al lado de Baltasara, en la mina Poca Cosa (de la Sociedad Minera Tres Amigos), y la mortalidad y gravedad de los accidentes era ya insoportable, lo que hizo que el dirigente provocase un debate parlamentario en Madrid en el que se manifestó la gravedad del asunto, la falta de seguridad de los mineros, la necesidad de instar a las empresas a actuar en esta materia.
⚒El accidente no distinguió entre categorías, fallecieron desde un capataz hasta un guaje: Cándido García Álvarez, Ildefonso Raimundo González, Marcelino Alonso Álvarez, Sergio Fernández Martínez, Antonio Iglesias Rodríguez, José Fernández Turrado, Joaquín Cidón Fernández, Belarmino Muñiz García, Santiago Arecheaga Carro, Martín Serrano Fernández; Arturo García Álvarez, y Faustino Fernández García y Antonio Fernández Guerra.
⚒Las crónicas resaltan dos curiosidades: 4 de los mineros del equipo salvaron la vida porque había pasado esa noche en los calabozos de La Villa por provocar algún desaguisado tras su participación en las fiestas de El Carmen. Y otra tremenda, uno de los heridos en el accidente de Mariana (Manuel Fdz Guerra) era hermano de Antonio, el fallecido en Baltasara: dos hermanos accidentados el mismo día. Manuel consiguió sobreponerse a las heridas del costero, pero su vida no fue fácil: tal y como cuenta el historiador Burgos, en octubre de 1937 asistió al fusilamiento de su hijo Alfredo -junto a otros tres mineros acusados de traición por el bando franquista en la Guerra civil- en ese mismo Cementerio de Mieres que el había esquivado.
⚒Registramos líneas arriba una foto de trabajadores de Mina de Baltasara hecha unos meses antes de este dramático accidente, otra de esas catástrofes que han marcado la minería española y asturiana y de la que se cumplen 98 años.

1949, en el Pozu María Luisa: una drama, una canción que aún emociona

El 15 de julio de hace ahora 72 años Asturias se despertaba sobresaltada al leer en los periódicos -principal medio entonces para saber lo que ocurría, con la radio- la noticia sobre uno de los accidentes más graves en la historia de la minería española: una violenta explosión de grisú segaba la vida de 17 trabajadores en el pozu María Luisa, en Ciaño-Langreo y con ello sacudía el corazón de una Cuenca minera, cuyas vidas estaban casi al cien por cien marcadas por los ritmos del carbón.
La tragedia «repetida», ocurrida la madrugada del 14 de julio de 1949, dejó una honda tristeza en el seno de la #familiaminera asturiana, una huella indeleble en la memoria; y esa pena por los que no están y por los que se quedan llorando; y ese miedo silencioso en las casas mineras. El impacto fue tal hasta el punto de reescribir una canción emblemática hasta entonces, «Santa Bárbara, bendita», para convertirla en un himno de los mineros, una balada de profunda emotividad en el repertorio folk astur, una canción obrera de esas que se conocen internacionalmente.
⚒El “Santa Bárbara bendita, patrona de los mineros… pasó a ser “En el pozu María Luisa, tranlaralará…”. Un himno para no olvidar una historia trágica, la del regreso a casa del minero que con una herida en la cabeza y la camisa ensangrentada, cuenta a su mujer, Maruxina, el accidente y la muerte de sus compañeros.
⚒María Luisa pertenecía entonces a Duro Felguera. El pozu, propiedad de Hunosa desde 1967, echó el cierre a finales de este año, 2016, tras 158 años de actividad. 1858 por la Unión Hullera de Santa Ana y años después, en 1886 pasó a ser explotado por la Sociedad Unión Hullera Metalúrgica de Asturias. En 1918 tuvo lugar la profundización del pozo, aunque no fue hasta después de la Guerra Civil cuando funcionó a pleno rendimiento. Muchos de nuestros mutualistas trabajaron en María Luisa.
⚒ Sobre la canción, son muchos los que dicen «murieron 4 mineros…» Pero fueron diecisiete. Desgraciadamente. Con sus nombres y apellidos, para que no se olviden: Julio Arizabalaga Antuña, 49 años; Graciano Montes Ardura, 49 años; José Adolfo Valles Fernández, 42 años; José Santín Sánchez, 41 años; Eugenio Menéndez García, 39 años; Manuel Tresguerres Suárez, 35 años; José Torre González, 24 años; Manuel Suárez Suárez, 24 años; Manuel Iglesias Montes, 24 años; Amador Campal Alonso, 23 años; Amalio Fernández Montes, 23 años; Fructuoso Aspírez Gómez, 23 años; Anselmo García Vallina, 22 años; Francisco Carballo Fernández, 22 años; José Rodríguez González 19 años; José Manuel González Bernardo, 18 años y Ángel Paulino Suárez Nava, 16 años.
El historiador Ernesto Burgos escribió en La nueva España: «(de los 22 que estaban en la capa cuando se disparó la dinamita) Siete fueron rescatados con graves quemaduras y trasladados al sanatorio Adaro, y otros nueve, ya cadáveres, rescatados en las primeras horas, mientras se redoblaban los esfuerzos para llegar hasta los demás y en el exterior se reproducía la triste ceremonia que siempre acompaña a estos terribles accidentes, con centenares de compañeros arropando a los familiares y esperando noticias sobre los desaparecidos». Como curiosidad, cuatro mulas también fallecieron en la galería. «A las a las siete de la tarde del día 15 de julio, a 24 horas del suceso, partió desde la explanada del pozo hasta el cementerio de Ciaño el cortejo fúnebre de los primeros rescatados con la pena añadida de conocer que en el pozu «Mariana» de Mieres también acababa de morir otro minero dejando dos hijos». El sábado 23, a las 11.30 de la mañana, a instancias de la empresa Duro Felguera, se celebró un funeral conjunto en la iglesia parroquial de Ciaño. Todas las fiestas de verano en los pueblos de las Cuencas y actos fueron suspendidas.
⚒Únicamente dos trabajadores que se vieron afectados por este gravísimo accidente lograron sobrevivir. El Montepío aún cubre hoy en día ayudas de viudedad, invalideces u orfandad derivadas de accidentes mineros.

Nicolasa, 1995: la mayor tragedia de la minería moderna en España

⚒  Fue la madrugada de un 31 de agosto de hace 26 años de una de esas noticias de recuerdo desgarrador para la #familiaminera: la catástrofe del Pozu Nicolasa (Hunosa) de Ablaña-Mieres. Fue una aciaga madrugada en la que nos despedimos prematuramente de 14 jóvenes de la Cuenca, trabajadores mineros, a los que la muerte les sorprendió de manera abrupta, tras una terrible explosión de grisú en la llamada «capa octava», un yacimiento de carbón complejo, que forma parte de la leyenda más tenebrosa de nuestra tradición minera, al causar más tarde aún más dolor y víctimas, pese a las precauciones tanto en Nicolasa como en el vecino Montsacro.
«Catorce hombres como robles», publicaba a toda página La Nueva España Digital – LNE.es Las escenas de dolor de la Cuenca minera dieron la vuelta al mundo.
La memoria de este terrible accidente del Nicolasa, el de mayor impacto en la minería moderna española junto con los del Mosquitera, en el 89, el pozo María en Caboalles 79 y el pozo Emilio en León 2013, sigue muy presente. Recientemente, el escritor Carlos Barros San José ha publicado el libro «Tormenta sobre Durán» (@Ediciones KRK) , una obra de teatro en dos actos, inspirada (quizás se queda corto dado el prolijo conocimiento que el autor tiene de la mina en la que trabajó y a cuyo más grave accidente dedicaría una amplia investigación personal en su etapa como comunicador en Radio Parpayuela.
Sobre Nicolasa esta además el recuerdo especial por cuatro fallecidos de nacionalidad checa, que abrió lazos de hermanamiento con las zonas mineras de hermano país europeo.
La repercusión de accidente fue tremenda: a la pérdida de las vidas humanas, se sumaba los miedos o recelos ante las nuevas técnicas de explotación minera, un proceso que se estaba llevando en Asturias en esos momentos, con más mecanización y el abandono progresivo del sistema manual-artesanal más tradicional, el avance con picadores y entibación frente al de subniveles, subtiraje… el grisú seguía siendo un enemigo peligroso.
Con el accidente de aquel 31 de agosto en Nicolasa la familia minera volvía a sentir de cerca el miedo a las grandes catástrofes ocurridas antes del nacimiento de Hunosa (1967), la necesidad de investigar, de más controles, de aún más seguridad…
Fotos del Archivo Histórico Minero (el fotoperiodista Eduardo Urdangaray) y del Archivo de TRANSISA, Ambulancias de Asturias.
Las impactantes imágenes de nuestros amigos del Archivo Histórico Minero, obra de los fotoperiodistas Cuco Urdangaray y Ramón Jiménez, pertenecen a la memoria colectiva de Asturias; recogen momentos del rescate y el entierro. El funeral tuvo lugar en la Catedral de Oviedo. A el asistió el actual Rey de España, entonces Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, muestra de la trascendencia internacional del impacto.
También contamos en este post con fotos de los servicios de ambulancia Transinsa – Ambulancias de Asturias que operaron aquel día y que nos prestaron el pasado otoño para nuestro proyecto de calendario 2021 «Los guardianes de la familia minera». Una foto del rescate de los fallecidos fue precisamente portada del almanaque de este año.
Pese a ese cuarto de siglo transcurrido, el recuerdo sigue fresco, como una cicatriz que aún irradia un doloroso recuerdo, para quienes vivieron aquellos días en Asturias, especialmente en las zonas mineras.
  de todos los fallecidos en accidente laboral