El Turismo de hoy, por Víctor Cabal/ El sector como respuesta a la España vacía

Ahora que el drama del despoblamiento de las zonas rurales, la llamada España vacía, está en plena actualidad, dedicamos estas líneas a analizar el importante rol que juega la actividad turística como factor que contribuye a fijar población al territorio.

El Turismo, en palabras de la Organización Mundial de Turismo, engloba “las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos a su entorno habitual, por un período de tiempo consecutivo inferior a un año, con fines de ocio, negocios u otros”. Cuando el desplazamiento no conlleva pernoctación en el destino el término excursionista sustituye al de turista.

Tanto recibiendo a turistas como a excursionistas, el desarrollo turístico enfocado desde una perspectiva de sostenibilidad debe contribuir al progreso de las comunidades locales – esas comunidades anfitrionas-  y por ende frenar, o al menos retardar, el empobrecimiento demográfico, tan desolador que amenaza a nuestra España rural.

En el caso del Balneario de Ledesma, su emplazamiento rural, en el  municipio de Vega de Tirados (con 168 habitantes), próximo al de Juzbado (191 habitantes)  y al de Ledesma (1636 habitantes) y  su dimensión socioeconómica global, le dotan de un evidente efecto tractor sobre las economías locales de la comarca: siempre ha sido así en esta comarca salmantina desde tiempos inmemoriales. Un efecto similar también ocurre ahora en Felechosa, aunque en este caso desde el sector sociosanitario y asistencial.

Desde el punto de vista social, la convivencia entre quienes visitan y quienes acogen en un territorio se realiza de una forma armónica y enriquecedora para ambas partes

El Balneario, como la Residencia del Montepío en Aller, contribuyen mediante la creación de empleo propio –directo e indirecto-  al mantenimiento de la población activa en el territorio, al tiempo que facilita el desarrollo de otras empresas del entorno, principalmente del sector servicios.

El Centro Termal y la Residencia proporcionan a los residentes de proximidad, al tiempo que a sus huéspedes, una carta de servicios de salud, culturales, deportivos, sociales y lúdicos de unas características impensables en otras circunstancias, al tiempo que promueven de diferentes formas  el mantenimiento y preservación  de elementos culturales autóctonos, como la oferta culinaria “con sabor a casa” o las manifestaciones folclóricas.

Desde el punto de vista social, y al contrario que en otros entornos turísticos, la convivencia entre quienes visitan y quienes acogen en  territorio se realiza de una forma armónica y enriquecedora para ambas –ahí están los casos de Los Alcázares o Roquetas-, al contrario de otros destinos, donde la “turismofobia” es más que una noticia anecdótica.

Finalmente, y en un singular proceso de “Marca de Territorio” el Balneario de Ledesma se ha convertido en una verdadera punta de lanza de la Comarca en el que se asienta, proyectando una imagen de la misma saludable, optimista y llena de vitalismo con ejemplos recientes, como esa Carrera de Dos Leguas Balneario de Ledesma que llena de color y deporte, año tras año, los caminos de esa increíble dehesa salmantina.